martes, 12 de septiembre de 2017

LA REAL AUDIENCIA DE QUITO




REALIZAR UN BREVE ENSAYO SOBRE EL TEMA: LA REAL AUDIENCIA DE QUITO, 10 DE AGOSTO DE 1809, SE DECLARÓ EL PRIMER GRITO DE INDEPENDENCIA,  ANEZAR IMÁGENES.

Los criollos eran discriminados a pesar de que estaban preparados para ejercer cualquier cargo del gobierno y eran una fuerza económica para la real audiencia de Quito, con el tiempo esto les genero malestar, en el siglo XVIII se sumaron nuevos  factores a este descontento lo que origino que surjan fuertes ideas de emancipación.
 De esta manera, en la noche del 9 de Agosto de 1809, un núcleo de intelectuales, doctores, marqueses y criollos residentes en la ciudad de Quito se reunieron en la casa de Manuela Cañizares.
Allí decidieron organizar una Junta Soberana de Gobierno, en la que actuaría como Presidente Juan Pio Montufar, Marqués de Selva Alegra, como Vicepresidente el Obispo José Cuero y Caicedo.
Como Secretarios de Estado, en los Despachos del Interior, de Gracia y Justicia y de Hacienda, los notables Juan de Dios Morales, Manual Quiroga y Juan Larrea, respectivamente.



En la Mañana siguiente, el 10 de Agosto, Antonio se encargó de presentar, ante el Presidente de la Real Audiencia, Manuel Urriez, Conde Ruiz de Castilla, el oficio mediante el cual se le daba a conocer que había cesado en sus funciones y que el gobierno lo asumía la Junta Soberana de Quito.
Los sucesos del 10 de Agosto son considerados como el Primer Grito de la Independencia de ecuador, pues fue la llamarada que motivó a otros patriotas a tomar la posta.

La Junta Soberana de Gobierno, 6 días después, realizó un Cabildo Abierto en el Convento de San Agustín, en donde ratificaron todo lo actuado el 10 de Agosto. Las decisiones de la Junta fueron informadas a las autoridades de ciudades cercanas, quienes consideraron estas acciones como una rebelión, por lo que decidieron enviar fuerzas militares desde Guayaquil, Popayán y Pasto para así aplacar los aires de independencia de Quito.
El 24 de octubre de 1809, tras varios meses de intensas peleas, Juan José Guerrero y Mateu, quien asumió la presidencia de la Junta tras las múltiples presiones que recibió Juan Pío Montúfar que llevaron a su renuncia, negoció la rendición con el Conde Ruiz de Castilla, con la única condición de que no se tomen represalias en contra de ninguno de los revolucionarios.
Tras la llegada de tropas militares de Quito y Guayaquil, el Conde Ruíz de Castilla disolvió la Junta de Gobierno y ordenó la persecusión y captura quienes integraron el cónclave revolucionario, y luego la muerte de todos lo revolucionario.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario